Las Pulgas y Garrapatas Pueden Causar una Anemia Severa a tu Gato

Las Pulgas y Garrapatas Pueden Causar una Anemia Severa a tu Gato

La micoplasmosis felina es una enfermedad producida por una bacteria llamada Mycoplasma haemofelis que en general pasa inadvertida y cuando se manifiesta, a veces, es demasiado tarde y el gato ya presenta una anemia severa tan grave que incluso podría causarle la muerte. Por eso, si eres dueño de un gato debes estar muy atento a los silenciosos síntomas de esta enfermedad.

Una de las primeras cosas a las que debes tener muy presente es la desparasitación de tu mascota ya que la principal vía por donde ingresa el Mycoplasma al torrente sanguíneo es a través de las picaduras de pulgas y garrapatas infectadas.

“Una vez que el Mycoplasma entra en la sangre se adhiere a los glóbulos rojos y los destruye, provocando anemia en el gato. A veces los dueños no se dan cuenta de esto y cuando llegan a la veterinaria, la salud del felino ya se ha deteriorado muchísimo, por lo que cuesta más sacarlos adelante e incluso algunos mueren”, explica Fernanda Montoya, médico veterinario de Puppies & Kittens.

Como en toda enfermedad, hay gatos que a pesar de haber estado en contacto con la bacteria no desarrollan la micoplasmosis felina, tampoco muestran síntomas, pero sí son portadores que pueden transmitirla. En algunos casos asintomáticos, la enfermedad puede mantenerse latente y manifestarse cuando el sistema inmunológico del gato se debilita o si éste se ve enfrentado a una situación de estrés que le haga bajar sus defensas.

“Es importante que los dueños de gatos tengan en cuenta que la micoplasmosis felina es una enfermedad grave que cualquier gato puede padecer, sin importar la edad, la raza o el sexo. Su transmisión puede darse al estar en contacto con la saliva o sangre de un animal infectado y eso puede ser en una pelea, arañazos y mordeduras. Además de la transmisión por pulgas y garrapatas”, comenta la veterinaria.

ALERTA DE ANEMIA

La micoplasmosis felina es una enfermedad silenciosa, por lo que es importante vigilar ciertas conductas del gato y señales de alerta que da el cuerpo de la mascota.

1.- Disminución del apetito o deja de comer durante tres días o más
2.- Presencia de fiebre
3.- Falta de energía o dificultad para hacer ejercicio
4. Pérdida de peso
5.- Mucosas pálidas (encías e interior de los párpados)
6.- Problemas respiratorios

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LA MICOPLASMOSIS

El tratamiento de la micoplasmosis felina debe ser siempre prescrito y supervisado por un médico veterinario, ya que es necesario administrar antibióticos por un tiempo prolongado para acabar con las bacterias que invaden el organismo; corticoides para evitar la autodestrucción de los glóbulos rojos y, en los casos más severos, se necesita una transfusión.

“Dependiendo del compromiso de los glóbulos rojos va a depender la agresividad del tratamiento y la internación del paciente. Todo esto debe ir acompañado de una buena alimentación e hidratación para ayudar a que el sistema inmunológico del gato vaya recuperándose poco a poco”, aclara Fernanda Montoya de Puppies & Kittens.

La micoplasmosis felina es una enfermedad severa que puede llegar a ser mortal si se consulta tarde. Su tratamiento es de cuidado y la recuperación delicada, por lo que siempre va a ser mejor prevenir la enfermedad y ello consiste en hacer todo lo posible para que el gato esté libre de pulgas y garrapatas a través de collares, pastillas o ampollas con productos que eliminen a estos parásitos. Por otra parte, si nuestra mascota acostumbra a estar afuera de la casa hay que revisarlos permanentemente que no tengan heridas producto de peleas y, por su puesto, mantener sus controles sanitarios al día.



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